Gran travesía por el macizo de Les Gavarres para ir a buscar los restos del Castillo de Vila-romà (Palamós). Por Romanyà y el Puig d’Arques tenemos que seguir la línea divisoria hasta el collado de la Ganga; atravesamos la carretera y cogemos la pista hasta la Cavorca para continuar más adelante en dirección a Fitor. Llegamos a la masía en ruinas de Can Ribot de Fitor a los pies del Puig Cargol; aquí tenemos que girar a la izquierda por un sendero marcado, muy técnico y pedrogoso, pero de gran belleza que nos llevará directos al castillo de Vila-romà. Se trata de una fortificación medieval del siglo Xll que defendía las tierras y propiedades de St.Joan de Palamós y Vall-Llobrega; posteriormente pasó a depender del Bisbe de Girona; en el año 1812 durante la guerra de los franceses padeció una voladura por parte de las tropas napoleónicas que le dejó herido de muerte. Las cuatro paredes y algun arco que aún están de pie nos dan una idea de lo que fue el recinto fortificado. Todo el conjunto desprende una atmósfera de misterio y nostálgia, y necesita (antes de que quede completamente derribado) medidas urgentes de consolidación. Seguimos la ruta por el valle de Bell-lloc dónde podremos visitar los restos del molino y el horno de cal de la masía Antoniet y la bonita ermita de Bell-lloc; la pulcritud de la ermita que contrasta con los restos abandonados del castillo, forman una imagen característica de todo este paraje. Subimos en dirección a la pista ancha procedente del Puig Cargol para enlazar con el camino marcado (letrero) que nos permite llegar de bajada hasta Calonge, atravesando los interesantes valles de la Coma de les Fonts y de Els Tinars. Por St. Antoni, Platja d’Aro y la Vall d’Aro volvemos a St. Feliu complementado esta gran vuelta de 55kms y 1.100 mts de desnivel que nos ha permitido después de pasearnos con tranquilidad por el recinto del castillo de Vila-romà retroceder momentáneamente unos centenares de años atrás.