Ruta por la Ardenya con un recorrido por bastantes senderos y caminos que enlazan a una serie de rocas y roquedales tan característicos de esta montaña. Salimos de St Feliu y tomar inmediatamente una agradable senda que recorre la falda de Roca Tosa; continuamos hacia el Castillo de Solius situado en la cima de una colina rocosa; al lado se alza la Roca dels Moros con una pequeña cueva excavada en la roca. Continuamos en dirección de las Rocas Bessones (en la foto) para hacer un bonito descenso trialero en la privilegiada zona de Roca Ponça. Por la antigua pista de Can Dalmau alcanzaremos el Collado de Can Duran y pronto entraremos en una senda que se adentra en el lado sombrío del Montclar; toda esta zona está llena de rocallas que sobresalen en medio del boscaje. Nos situamos en el Collado de St. Baldiri y atravesamos por un sendero los antiguos huertos de Can Codolar para ir a una pista madre y continuar hasta el gran roquedal de Carro Cremat; es un cobijo de esta enorme roca donde cada año se coloca un pequeño pesebre. El itinerario continúa por el camino de la Mula Espenyada, subida hacia Les Sorres y llegada al Collado de la Mare de Déu. Desde aquí iniciamos un gran descenso por el camino de La Milana, Collado de Portes y Riera de Les Comes. A mitad de camino del descenso de la Milana vale la pena pararnos en los diferentes roquedales del Puig del Cantó que nos ofrecerá bonitas panorámicas de la costa de Les Penyes. Es muy interesante conocer toda la variedad de rocallas y roquedales que salpican estas montañas; de hecho el “skyline” de poniente de St. Feliu está formada por el Puig de les Cols y por el Puig Gros, una cima llena de rocas y rocallas esparcidas de una dispersas de una manera caótica y desordenadas por la loma de la montaña, hecho que le proporciona una gran fuerza y singularidad.